La paella de carne es uno de los platos más representativos de la cocina valenciana, ideal para quienes prefieren los sabores intensos de la tierra frente a los del mar. Esta receta combina cortes jugosos como el pollo y la costilla ibérica, con verduras frescas y especias tradicionales que hacen de cada bocado una experiencia inolvidable.
Con el Arroz Redondo La Fallera como base, esta paella consigue ese equilibrio perfecto entre melosidad y grano suelto que tanto valoramos en la gastronomía valenciana. Las alcachofas frescas, el pimiento y el toque de azafrán terminan de redondear un plato que es sinónimo de tradición, familia y domingos al sol.
Si te apasionan los arroces potentes y llenos de carácter, no te pierdas otras recetas como el arroz a banda con sepia o el sabroso arroz caldoso con rape y langostinos. Ambas te sorprenderán por su sabor y facilidad de preparación.
¿Listo para preparar una paella de carne que deje huella? Te guiamos paso a paso para que el resultado sea perfecto.
Antes de comenzar con la cocción, asegúrate de tener todos los ingredientes limpios, preparados y organizados. Mide 400 g de Arroz Redondo La Fallera y resérvalo. En cuanto a la carne, trocea 1 contramuslo de pollo y corta 250 g de costilla ibérica en porciones pequeñas para facilitar el dorado.
Lava bien las judías verdes frescas y corta en trozos. Corta también el pimiento rojo en tiras y pela 2 dientes de ajo. Ralla 1 o 2 tomates, según su tamaño, y ten a mano 1 cucharada de pimentón de la Vera.
Limpia las 2 alcachofas frescas eliminando las hojas exteriores más duras y cortándolas en cuartos. Si no sabes cómo hacerlo correctamente, sigue esta guía para limpiar alcachofas. También prepara un chorrito de vermouth rojo si decides incluir este toque aromático.
Hierve 3,5 litros de agua, ya que necesitarás unos 2 litros de evaporación durante la cocción. Ten listo el aceite de oliva virgen extra (AOVE) y la sal al gusto y, por último, prepara la infusión de azafrán. Para dominar este proceso, consulta esta guía para infusionar el azafrán.
Comienza calentando un buen chorro de aceite de oliva virgen extra (AOVE) en la paellera. Cuando esté bien caliente, añade los trozos de pollo y costilla ibérica. Marca la carne a fuego medio-alto hasta que esté bien dorada por todos los lados, removiendo para que no se pegue.
Este paso es clave para que el guiso tenga un fondo sabroso y la carne quede jugosa por dentro y con un toque crujiente por fuera. Una vez dorada, retírala y resérvala en un plato para reincorporarla más adelante.
En el mismo aceite donde se ha dorado la carne, incorpora las judías verdes, el pimiento rojo en tiras y los ajos pelados. Saltea a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas y comiencen a dorarse.
Este sofrito es el alma del sabor. Remueve constantemente para que todo se cocine de manera uniforme.
Incorpora el tomate rallado a la paellera, mezclándolo bien con las verduras. Cocina a fuego medio hasta que se evapore todo el líquido y el tomate adquiera un tono más oscuro, señal de que está bien reducido.
Este paso es fundamental para obtener un sofrito sabroso y sin exceso de acidez. Un buen tomate frito da al arroz un color natural y un sabor profundo.
Con el tomate ya bien reducido, añade una cucharada de pimentón de la Vera. Remueve rápidamente para que no se queme y se amargue.
Agrega un chorrito de vermouth rojo si decides usarlo, y deja que el alcohol se evapore por completo. Este toque da al guiso un matiz aromático muy especial y redondea el fondo de sabor.
Devuelve a la paellera la carne reservada y mezcla bien con el sofrito. Añade los 3,5 litros de agua y sube el fuego hasta que rompa a hervir. Es el momento de incorporar también las alcachofas frescas troceadas.
Durante esta fase, todo el sabor se empieza a integrar. Deja que el conjunto hierva al menos 20 minutos para que se genere un caldo lleno de sabor. Las alcachofas aportan un toque vegetal amargo muy característico y equilibran la potencia de la carne.
Pasados los 20 minutos, añade el arroz redondo La Fallera en forma de cruz o distribuido de forma uniforme. También es el momento de incorporar la infusión de azafrán, que aportará su característico color y aroma.
No remuevas el arroz una vez repartido. Mantén el fuego medio y vigila la evaporación del caldo.
Deja cocer la paella a fuego medio durante 17 minutos exactos. Al principio, el caldo debe hervir con fuerza. Luego, a mitad de cocción, baja ligeramente la intensidad del fuego para que el arroz termine de absorber el sabor sin pasarse de cocción.
Observa cómo el arroz va secándose y formando la característica capa superior. El punto ideal es cuando el arroz está tierno pero no blando, y el fondo comienza a caramelizar ligeramente. En ese momento, apaga el fuego y deja reposar antes de servir.
Una vez finalizada la cocción, apaga el fuego y deja reposar la paella durante 5 minutos, cubierta con un paño limpio o un papel de aluminio sin apretar. Este reposo es clave para que los sabores se asienten y el arroz termine de absorber el caldo restante sin perder su punto.
Sirve directamente en la paellera para una experiencia más auténtica, y acompaña con una rodaja de limón al gusto o una ensalada ligera que equilibre el plato.
La paella de carne es una receta que une tradición, sabor y recuerdos familiares. Su combinación de ingredientes sencillos y potentes convierte este plato en una apuesta segura para sorprender a tus invitados o disfrutar de un domingo en casa con los tuyos. Con la calidad del Arroz La Fallera y el paso a paso que te hemos mostrado, lograrás una paella deliciosa, equilibrada y con mucho carácter.
¿Te ha gustado esta receta? Entonces no puedes dejar de probar nuestro arroz caldoso con pollo, una versión más melosa y reconfortante, perfecta para los días frescos. Y si te apetece algo con un toque marinero, te encantará el arroz meloso con sepia y gambas.
Recuerda que cocinar una buena paella es cuestión de cuidado, producto y paciencia. Sigue experimentando con nuestras recetas y lleva los sabores tradicionales a tu mesa, como se ha hecho toda la vida.