Si hay una receta sublime y completa que rescata todo el sabor del mar, ese es nuestro arroz con bogavante. Y, si conseguimos que esté en su punto, el éxito está asegurado.
La clave para conseguir el éxito en esta receta radica en la calidad de sus ingredientes. Y es que, si disponemos de productos frescos y de calidad para todos los pasos de la receta, conseguiremos un buen sofrito y un riquísimo fumet casero que, acompañados por unos bogavantes de primera, conformarán un arroz con bogavante de campeonato.
Claves para elegir un bogavante
—El bogavante se puede comprar congelado o fresco. Si eliges la última opción, lo primero que debes saber es que estos mariscos deben estar vivos cuando los compremos.
–Cuando los escojas, tócalos y comprueba que el caparazón está duro, porque si sientes que está algo blando y que el dedo se hunde un poco al tocarlo, el bogavante tendrá demasiada agua y poca carne.
—Para comprobar que están frescos los bogavantes, otro recurso es ver el estado de sus ojos. Si el marisco está fresco, sus ojos tienen un color negro brillante.
—También es bueno elegir un bogavante de tamaño mediano a pequeño, ya que los grandes tienen menos sabor que los más pequeños y más jóvenes.
—Los ejemplares hembra son también más carnosos. Para distinguirlas, observa sus patas, porque las de este género tienen unas patas pequeñas atrofiadas al final de su cuerpo.
–Si, por el contrario, decides comprar los bogavantes congelados, debes comprobar que la cola esté doblada por debajo de su cuerpo y que, si la extiendes, se vuelve a doblar. Con esto, comprobarás que el bogavante estaba fresco cuando lo cocieron para poderlo congelar. Si la cola no se dobla, entonces el bogavante estaba muerto antes de cocerlo.
Esperamos que con estos consejos puedas elegir el bogavante perfecto para preparar nuestra receta de arroz con bogavante, y a disfrutar.
¡Felices fiestas!