Consejo para un delicioso Arroz al horno
Pensamos que las recetas tradicionales son complejas, pero lo cierto es que hay trucos para hacer que un Arroz al horno sea un plato sencillo de preparar en casa. Si nunca preparaste esta receta, a continuación, te damos algunas recomendaciones:
1.Si no tienes tiempo para preparar un buen caldo casero, prueba con los caldos de La Fallera. No son caseros, pero son casi como los de tu abuela, y así podrás disfrutar de esta receta de Arroz al horno hecho en casa.
2.Además, para los que no tengan cazuela de barro en casa, tampoco hay impedimento para preparar este plato en el hogar. Se puede utilizar un recipiente de cristal y el arroz quedará también en su punto.
3.Recuerda que las piezas de carne siempre las puedes cambiar por otras que sean más de tu agrado. En cada casa siempre se adapta la receta al gusto de cada uno.
Una receta tradicional con ingredientes opcionales
Esta receta puedes seguirla al pie de la letra, pero también puedes aplicarle algunos cambios. Como en casi todos los platos tradicionales, cada uno luego adapta la receta a sus gustos y los ingredientes que tiene más a mano.
Además, con el arroz como ingrediente principal, cualquier variación va a ser muy difícil que falle. Es uno de los arroces más rápidos de hacer, ya que no necesita sofrito, solo necesitas rehogar un poco los ingredientes y preparar un poco el guiso para luego introducirlo en el horno. Listo, ¡ya tienes un sabroso arroz al horno que sorprenderá a todos!
Curiosidades sobre la morcilla
La morcilla es típica del otoño, ya que es una época muy común para hacer matanzas de cerdo. Aunque no se trata de una cosecha y podría hacerse en cualquier época del año, la cercanía del invierno, época en la que más se consumen carnes y embutidos, convierte a la estación otoñal en el periodo ideal para las matanzas de cerdo.
Y ¿cómo se prepara una morcilla? Pues es muy sencillo. Se pica cebolla y se mezcla con el arroz, la manteca, la sangre del cerdo, el pimentón, la pimienta, el orégano y otras especias que se deseen añadir. Se remueve la mezcla hasta conseguir una pasta, la cual se introduce en las tripas del cerdo. Estas se ponen a cocer en agua con sal durante una hora y después se cuelgan para que se sequen.
Las proporciones son aproximadamente: 45% de cebolla, 20% de arroz, 15% de manteca de cerdo, 15% de sangre y un 5% de sal y especias.
¿Cómo se puede comer? De cualquier manera, frita, cruda o ahumada. Al ser cocida, como parte de su preparación, después puede consumirse de distintas formas.
La morcilla, un producto muy internacional
La morcilla como tal y algunos productos similares son muy comunes en muchas gastronomías del mundo. En Europa, hay varias opciones, ya sea las black pudding inglesas, las flönz, Möppkenbrot o Grützwurst Wurstebrot alemanas, o las morcelas portuguesas.
En China, comen tofu de sangre, muy parecido a las morcillas y, en el Tíbet, se usa la sangre coagulada del yak para platos tradicionales.
Y, desde luego, la morcilla como tal está presente en las parrilladas argentinas, fritadas salvadoreñas, asados uruguayos, fritangas en Colombia y la sopa negra griega.
