¿Te apetece un clásico alicantino de esos que huelen a mesa compartida y cuchara tranquila? El arroz con bacalao y coliflor es cocina de barrio bien hecha: sencillo, sabroso y con ese punto marinero que pide pan. Nació humilde y así quiere quedarse, pero cuando el grano queda suelto y el bacalao en lascas jugosas, parece plato de fiesta.
Es una opción ligera y completa, perfecta para cualquier día. Si te apetece variar, te recomiendo probar este arroz con almejas o el arroz con coliflor; van por el mismo camino de sabor sencillo y casero.
¿Nos ponemos el delantal? Te cuento cómo conseguir el punto del grano, cuidar el bacalao para que no se seque y sacar un fondo que sepa a mar y huerta sin complicarte la vida.
Para que luego no me pille el toro, empiezo la receta con el bacalao en remojo. Si lo compro salado, lo dejo en agua fría entre 24 y 48 horas, cambiando el agua varias veces. Así pierde sal sin perder su gracia. Mientras tanto, corto la coliflor en ramilletes pequeños y pico las verduras, que luego darán color y sabor al sofrito.
Si prefieres una versión caldosa, puedes ver esta receta de arroz con bacalao caldoso.
Pongo la paellera al fuego con un buen chorro de aceite de oliva y marco el bacalao un par de minutos por cada lado. No busco cocinarlo del todo, solo que coja tono y deje su esencia en el aceite. Lo reservo y, con ese mismo fondo, sigo con el resto de la receta. Es un truco sencillo que hace que el sabor final gane mucho.
Con el aceite ya cargado de sabor, echo la coliflor y la dejo dorarse despacio, hasta que coja un punto tostado. Después van la cebolla, los pimientos y el ajo, todo bien picado. Los dejo pochar juntos, removiendo de vez en cuando, hasta que queden tiernos pero sin deshacerse. Aquí empieza a oler a cocina de verdad.
Cuando las verduras ya están listas, añado tomate natural rallado y lo dejo reducir bien. No hay prisa, cuanto más espeso quede, más sabor tendrá. Luego incorporo el caldo de pescado caliente y unas hebras de azafrán infusionadas. Esa mezcla es la que da el color dorado y el aroma que recuerdan a los arroces de siempre.
Con el caldo hirviendo, echo el arroz redondo y lo reparto bien. La regla es clara: no tocarlo más. Que se cocine a fuego medio entre 16 y 18 minutos.
Unos minutos antes de acabar, coloco de nuevo el bacalao por encima. Así termina de hacerse con el vapor y queda jugoso, sin romperse. Al terminar, apago el fuego y tapo con un paño limpio. Lo dejo reposar unos 5 minutos, tiempo suficiente para que el arroz asiente el sabor y quede en su punto. Antes de llevarlo a la mesa, espolvoreo perejil fresco y listo: un arroz casero, vistoso y con todo el aroma del mar y la huerta.
Cocinar este arroz con bacalao y coliflor es volver a lo sencillo y auténtico. Con pocos ingredientes y un paso a paso fácil, sale un plato sabroso, equilibrado y con ese aire de comida casera que siempre invita a compartir en familia.
Si te quedas con ganas de más, te recomiendo probar el arroz bacalao portuguesa o el arroz con bacalao. Dos recetas que, igual que esta, mantienen viva la tradición y sacan lo mejor del bacalao.
Con La Fallera, cada arroz es un pedacito de nuestra historia. Y cada vez que lo cocinamos, volvemos a sentir en casa esos sabores que nos unen. ¿Te animas a hacerlo tuyo?