El arroz con coliflor y bacalao es una receta saludable y deliciosa, típica de la costa alicantina. Como es habitual en las múltiples variantes de la paella, en este apetitoso plato basado en la coliflor y el bacalao se conjugan los sabores del mar y de la huerta.
Para comenzar la elaboración de este plato, troceamos uniformemente los ajos y los tomates. A estos últimos, debemos quitarles la cáscara y las semillas, antes de agregarlos a la mezcla.
Luego preparamos la coliflor y, a continuación, sofreímos las verduras en un recipiente con un poco de aceite a fuego lento.
Incorporamos ahora el bacalao, desalado anteriormente, y a poder ser sin espinas. Cuando la mezcla adquiera un carácter meloso, agregamos el agua hasta cubrir los ingredientes de manera uniforme. Añadimos también el pimentón, la sal y el azafrán, y lo dejamos hervir lentamente durante 20 minutos.
Una vez que la coliflor esté tierna, vertemos el arroz. Lo cocemos a fuego fuerte durante 10 minutos y después, a fuego lento, mantenemos la cocción otros 5 minutos más. Dejamos reposar nuestro arroz de coliflor y bacalao antes de servirlo, ¡y a comer!
Recomendaciones y maridaje
Para elegir con qué vino maridar una receta con bacalao, es conveniente tener en cuenta un aspecto muy importante de este pescado, y es que sus características varían mucho según se consuma en salazón o fresco. En el primer caso, se le considera un pescado azul. Y, en el segundo, un pescado blanco.
Cuando se consume como pescado blanco, marida muy bien con los vinos blancos. Y, para ello, una elección estupenda sería algunos de nuestros vinos más reconocidos, como son un ribeiro, un albariño, un verdejo o un txakolí.
Si el bacalao se consume en salazón, casará perfectamente con vinos blancos melosos, con mucho sabor y cuerpo, que idealmente hayan estado en barrica más de seis meses. También sería muy buena idea combinarlo con algunos vinos rosados muy frutales, como el merlot, tempranillo o garnacha.
Y, por supuesto, también se puede combinar con un buen tinto, especialmente con las garnacha o shiraz, que son más dulces y tiene una tanicidad limitada.
Trucos y curiosidades
Se trata de un plato común en la tradición católica, ya que en muchos lugares se convierte en la comida estrella los viernes de Cuaresma. Pero el bacalao no siempre fue un plato relacionado con esta costumbre religiosa, ya que no se introdujo en la dieta española hasta bien avanzado el siglo XVI y fue hasta finales del XIX cuando se convirtió en alimento “obligado” de Cuaresma.
Las claves para conseguir el sabor y la textura perfecta en el bacalao son dos: desalarlo y limpiar muy bien y, de preferencia, sacarle todas las espinas. Con estas, se puede preparar un buen caldo y utilizarlo para cocinar el plato; de esta manera, este tendrá más intensidad de sabor.