La paella es mucho más que un plato: es un símbolo de la gastronomía española, una receta que une tradición, familia y celebración. Elaborarla con ingredientes frescos y de calidad, como el arroz redondo de La Fallera, es la base para conseguir un resultado auténtico y sabroso. Esta versión clásica combina pollo, conejo, verduras y un caldo aromático que te transportará directamente a una comida de domingo en la Comunidad Valenciana.
Si estás buscando una receta de paella que respete la tradición y ofrezca un resultado impecable, estás en el lugar adecuado. Con nuestra guía paso a paso aprenderás a controlar el punto del arroz, la cantidad de caldo y el momento justo para añadir cada ingrediente. Y si quieres seguir explorando opciones, prueba también esta paella de carne o atrévete con una deliciosa paella de marisco.
¿Preparado para cocinar una paella con sabor auténtico? Te mostramos cómo hacerlo desde el primer paso. ¡Vamos allá!
Antes de comenzar con la cocción, es fundamental preparar todos los ingredientes. Corta el conejo y medio pollo de corral en trozos medianos, listos para dorar. Lava bien las judías verdes y trocéalas. Haz lo mismo con los 150 g de garrofó. Ralla 3 o 4 tomates maduros, y machaca ligeramente los dos dientes de ajo.
Ten a mano el pimentón dulce (te dejamos este artículo con las propiedades del pimentón si quieres conocer su importancia en este tipo de platos), así como la infusión de azafrán —puedes preparar la tuya siguiendo esta guía para infusionar el azafrán— y, por supuesto, 500 g de arroz redondo La Fallera, la variedad ideal para que quede suelto y sabroso.
Por último, recuerda si hay que lavar el arroz para la paella, encontrarás la respuesta detallada en el blog de La Fallera. Prepara también una ramita de romero si te gusta darle un aroma final más intenso.
En la paellera, calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Cuando esté caliente, incorpora el conejo y el pollo. Deja que se doren lentamente, sin prisas, hasta que estén bien marcados por todos sus lados. Este paso es esencial para desarrollar el fondo de sabor de la receta.
No remuevas constantemente. Deja que se forme esa costra dorada que luego se integrará en el caldo. Es uno de los secretos de una paella con sabor profundo y auténtico.
Una vez doradas las carnes, añade los 250 g de judía verde y saltéalas junto a la carne durante un par de minutos. Cuando estén algo tiernas, aparta todo hacia los bordes de la paellera para dejar espacio en el centro.
En ese hueco central, incorpora el ajo picado y el pimentón dulce. Baja el fuego para evitar que se queme y, acto seguido, añade los tomates rallados. Cocina hasta que el sofrito haya reducido y adquirido un tono oscuro y denso.
Cuando el tomate esté bien reducido, añade 2 litros de agua y el garrofó. Marca el nivel del líquido con un imán o cuchara para identificar luego el punto de cocción del arroz. Agrega 2 litros más de agua y deja cocer todo durante unos 20 minutos.
Durante esta cocción, el caldo tomará cuerpo y se impregnará del sabor de las carnes, las verduras y el sofrito. Es el momento de ajustar la sal si hace falta.
Cuando el caldo se reduzca y llegue al nivel marcado, incorpora la infusión de azafrán. Este es el momento exacto para que su sabor y color se integren sin evaporarse. Verás cómo el tono del caldo empieza a adquirir un color dorado inconfundible.
Consulta esta guía completa para saber cuándo se echa el azafrán a la paella si quieres dominar esta parte clave.
Añade los 500 g de arroz redondo La Fallera repartidos en forma de cruz y extiéndelo sin remover. Cuece a fuego alto los primeros 8 minutos y después baja el fuego para los últimos 7. No remuevas en ningún momento para que se forme el tradicional “socarrat”.
El arroz debe quedar seco, en su punto y con una capa inferior ligeramente crujiente.
Una vez finalizada la cocción, retira la paellera del fuego y cúbrela con un paño limpio durante 5 a 10 minutos. Este breve reposo es clave para que el arroz termine de asentarse, los sabores se integren por completo y la textura alcance su punto ideal.
Sirve la paella directamente en la paellera, colocándola en el centro de la mesa para compartir. Acompáñala con unas rodajas de limón si lo deseas, y disfruta del aroma envolvente que desprende este plato tradicional.
Preparar una paella tradicional es una experiencia culinaria que va más allá de la cocina. Es una forma de mantener viva la tradición, de compartir y de disfrutar de un plato que representa lo mejor de la gastronomía española. Con ingredientes frescos, paciencia y el arroz adecuado de La Fallera, conseguirás una paella digna de celebración.
¿Te has quedado con ganas de más? Entonces te animamos a descubrir nuevas variantes como la sabrosa paella mixta, ideal para quienes no quieren elegir entre carne y marisco, o la deliciosa paella de pollo y verduras, perfecta para el día a día sin renunciar al sabor.
Recuerda: la clave de una buena paella está en el equilibrio entre el sofrito, el caldo y el arroz. Sigue explorando nuestro recetario y convierte cada comida en una ocasión especial con La Fallera.