¿Te imaginas un arroz que, con un par de cucharadas de sofrito, ya te está diciendo “hoy se come bien”? Pues eso es el arroz con salmorreta: un clásico con raíces alicantinas, de los que entran por el olor y rematan con un sabor serio. La gracia está en esa base de ñoras, tomate y ajo, intensa y con personalidad.
Antes de ponerte, te lo pongo fácil: deja la salmorreta preparada y ten medido el caldo y el arroz. Así cocinas con calma y sin carreras de última hora. Y si te va el rollo marinero, apunta estas dos para otro día: arroz con salmón y arroz meloso con sepia y gambas. ¿Te animas a hacerlo y dejar la mesa pidiendo “repite”?
Antes de encender el fuego, déjalo todo preparado y a la vista. Limpia bien las chirlas con agua y sal para quitar la arena. Corta el pulpo en trozos medianos. Hidrata las ñoras unos minutos. Ralla el tomate y reserva el caldo del pulpo. Tenerlo todo listo evita prisas después.
Si te apetece seguir con sabores del mar, este arroz con calamares en su tinta nunca falla.

Si el pulpo viene crudo, cuécelo en agua hasta que esté tierno. Pincha y comprueba. Debe ceder sin deshacerse. Cuando esté listo, córtalo y guarda el caldo, porque aquí está gran parte del sabor. Cuélalo si hace falta y resérvalo caliente.

Pon aceite en una sartén y dora los ajos sin que se pasen. Añade las ñoras escurridas y remueve. Incorpora el tomate rallado y deja que reduzca. Tritura hasta tener una salsa espesa. Este sofrito es el carácter del arroz. El perejil es opcional.

Con la paella caliente y un poco de aceite, saltea el pulpo un par de minutos. Solo para dorarlo ligeramente. Ese toque tostado se nota luego en cada cucharada. No lo tengas demasiado tiempo para que no se endurezca.

Añade la salmorreta al pulpo y remueve bien. Deja que se sofría todo junto unos minutos. Aquí es donde los sabores se juntan y empiezan a mandar. No tengas prisa. Este rato marca la intensidad final del arroz.

Vierte el caldo caliente del pulpo en la paella. Sube el fuego y prueba. El punto de sal debe estar perfecto ahora, luego ya no hay marcha atrás. Ajusta sin miedo y espera a que rompa a hervir con alegría.

Reparte el arroz por la paella cuando el caldo hierva. Cinco minutos a fuego vivo. Luego baja un poco. En total, unos quince minutos. No remuevas. Déjalo quieto para que haga su trabajo y empiece a formarse el fondo.

En los últimos minutos, reparte las chirlas por encima. Se abrirán solas con el calor. Cuando el arroz esté seco y empiece a sonar, apaga el fuego. Tapa y deja reposar unos minutos. Ahora sí, a la mesa.

Preparar un arroz con salmorreta es volver a la cocina de siempre. Pocos ingredientes, buen producto y un sofrito hecho con calma. La combinación de pulpo y chirlas funciona muy bien y, con una salmorreta casera y un caldo sabroso, el arroz sale lleno de carácter. Aquí no hay trucos raros, solo respeto por la receta.
Si te has quedado con ganas de más arroz marinero, te recomiendo probar este arroz con bogavante meloso o este arroz marinero, dos opciones perfectas para seguir disfrutando del sabor del mar en la mesa.